Control de la economía

En el gobierno de Hitler, el desempleo fue el problema más transcendente que tuvo. La industria alemana producía un 58% de su capacidad y el número de desempleados en Alemania era entre 6 y 7 millones. Mientras que en el gobierno de Nasser, él había expropiado todo, hasta tal punto que en los llamados "estados de nuevo tipo" la burguesía no era poseedora de los bienes de producción y de cambio porque estaban en manos del Estado.

Se puede ver que en el gobierno de Hitler, él tenía propuestas anticapitalistas, para acabar con los monopolios y asociaciones de industriales y reactivara la industria mediante la creación de un gran número de pequeñas empresas.
Mientras que en el gobierno de Nasser, el papel determinante del Estado se debía al débil desarrollo de la burguesía como clase, por lo que sólo podían ir logrando una acumulación capitalista bajo los actos del Estado.

En el control de la economía, Hitler creó un nuevo orden para controlar la economía cuyos objetivos eran: "El aprovechamiento pleno y rentable de la industria alemana sólo podría alcanzarse restableciendo la posición preeminente del país en la economía, industria y finanzas mundiales; era preciso recuperar el acceso a las materias primas de las que Alemania había sido privada tras la I Guerra Mundial y controlar otros recursos necesarios; debían crearse modernos sistemas de transporte ferroviario, aéreo y motorizado; así mismo había que reestructurar el sector industrial para obtener la mayor productividad y rentabilidad posible."

En conclusión, en el control de la economía, en el gobierno de Nasser, la burguesía no tenía sentido fuera del Estado. Pero a medida que se fueran desarrollando intereses específicos, la burguesía se iba a ir abriendo del Estado.
Mientras que en el gobierno de Hitler, se buscaba reorganizar la economía a partir del modelo de una economía de guerra y para eso Alemania debía alcanzar una completa autosuficiencia en las materias primas.